Arundinaria tecta tomado de Cindy Roché y Annaliese Miller en "Flora of North America" (2007) Oxford Univ. Press
Todos los datos filogenéticos moleculares, geológicos y fósiles apoyan la hipótesis de que las distribuciones disjuntas del este de Asia y el este de América del Norte son reliquias del máximo desarrollo de los bosques templados en el hemisferio Norte durante el Terciario. La evidencia fósil y geológica respaldan múltiples orígenes de este patrón en el Terciario, involucrando tanto al Atlántico como a los puentes terrestres de Bering. En muchos géneros de plantas con flores, las estimaciones actuales de los tiempos de divergencia utilizando datos moleculares y fósiles sugieren que la disyunción se produjo durante el Mioceno (Jun Wen, 1999).
De las tres especies estudiadas de Arundinarias americanas, A. gigantea, A. appalachiana y A. tecta. A. appalachian y A. tecta comparten una serie de características morfológicas que las distinguen claramente de A. gigantea, incluyendo los entrenudos del culmo cilíndricos, hojas del culmo persistentes y de dos a cinco entrenudos no expandidos en la base de las ramas primarias. Dado que la divergencia entre A. gigantea y A. tecta es igual a la divergencia entre A. gigantea y Sasa llegamos a la conclusión de que A. gigantea y el clado A, appalachiana y A. tecta representan una vieja divergencia (Triplett et al, 2010).
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