Aegopogon, Muhlenbergia (Chloridoideae)



Género Aegopogon de Sessé, M. ; Mociño, M. "Real Expedición a Nueva España" (1787-1803)



Espiguilla de Aegopogon

Aegopogon, que algunos autores incluyen en Muhlenbergia (Peterson et al., 2010), pertenece a la tribu Cynodonteae. El género se distribuye desde el sur de EEUU hasta Argentina, presenta un centro de diversificación en México y América Central. Su presencia en Sudamérica (Andes, zonas áridas de Venezuela, Perú, Bolivia) sugiere una dispersión relativamente reciente hacia el sur, probablemente durante el Plioceno.

La filogenia apoya la idea de que Chloridoideae se diversifico en paralelo en África y América, con Aegopogon como parte de la radiación mesoamericana. ¿Cómo ocurrió? En 2010, Prasad et al. escribieron que las gramíneas se diversificaron sustancialmente en la transición K-Pg. Debido a que la India estaba biogeográficamente aislada durante este tiempo una posibilidad es que las Poaceae experimentaron la mayor parte de la radiación taxonómica inicial en la India. La dispersión de los principales linajes de gramíneas habría tenido lugar solo después de que la India hiciera contacto con el margen del sur de Asia en el periodo Eoceno temprano (55 Ma).



Imagen de "Atlas of Earth History" de C. R. Scotese (2001)


Un escenario alternativo (Prasad et al., 2010), que es más concordante con las fechas para las principales divisiones dentro de Poaceae, es uno que entre al menos algunos continentes de Gondwana  Esta hipótesis también concordaría mejor con la hipótesis que propone un origen africano para Poaceae, porque implicaría que las divergencias de linajes dentro de la familia ocurrieron mientras África e India todavía estaban en contacto. Tal escenario biogeográfico aún debe probarse en el registro fósil. Hasta el momento, las muestras de sedimentos de África (Madagascar) del Cretácico tardío no han producido ningún fitolito (de pasto u otro tipo).

El principal centro de diversidad de Chloridoideae se sitúa al sureste de África (Tanzania). Dado que más de la mitad de los géneros de Chloridoideae residen en África y las tribus y subtribus más grandes, excluyendo Muhlenbergiinae, tienen centros de diversidad allí, Hartley y Slater (1960) concluyeron que la subfamilia probablemente se originó en el continente africano (quizás durante el Oligoceno) y se extendió a otras partes del mundo. Hasta el momento, los estudios filogenéticos moleculares no han revelado el continente de origen (Peterson et al., 2007).



Imagen de "Distribution of subfamilies of Graminae in the Old World" de R.A. Cross (1979). Distribución de subfamilia Chloridoideae.


El número significativo de géneros cloridoides de amplia distribución sugiere una larga historia de migración a largas distancias, incluso a través de océanos.  Lo mismo puede decirse de Monanthochloinae, Munroinae. Eragrostideae y Zoysiinae probablemente pertenecen a grupos de Gondwana Occidental (Australia), aunque se desconocen el momento y las rutas de migración a América del Sur y del Norte.

Los cloridoides del Nuevo Mundo son más diversos en Sudamérica, por lo que podrían haber dado origen a los representantes norteamericanos. Presentan dos patrones de distribución: uno centrado en México y EEUU  y el otro, en Argentina y Brasil cuyas áreas de distribución no se superponen. La ​​distribución de cloridoides en el Nuevo Mundo concuerda con otros estudios que han identificado un origen híbrido de la flora sudamericana. La flora del norte de Sudamérica muestra vínculos más estrechos con Norteamérica, mientras que la flora del sur de Sudamérica suele estar más relacionada con taxones australianos o africanos, , aunque estas últimas conexiones aún no se pueden determinar para el grupo que estamos tratando.

La principal diferencia taxonómica entre los dos patrones de distribución principales es la baja representación de Muhlenbergiinae y Bouteloua en Sudamérica. Asimismo, las subtribus Hilariinae y Orcuttiinae están restringidas a Norteamérica. Hay muy pocas especies disjuntas que justifiquen un contacto intercontinental continuo y a largo plazo en el pasado, por ejemplo, a través de una extensa región de hábitats áridos a lo largo de la costa del Pacífico (Peterson et al., 2007).


Área de alta diversidad de especies para Chloridoideae en el Nuevo Mundo. Se muestra el ecuador y los trópicos de Cáncer y Capricornio.. Tomado de Peterson et al. (2007).


Aunque los cloridoides podrían datar del Oligoceno y ya estaban dispersos por todo el mundo, es probable que durante el Plioceno experimentaran una radiación importante y comenzaran a reemplazar a las gramíneas C3 (por ejemplo, las estípides de Norteamérica) como un componente importante de las comunidades de pastizales.

Las floras cloridoides de América del Norte y del Sur son en gran medida distintas a nivel de especies, sin embargo ha habido intercambio entre los continentes, quizás antes de la formación del puente terrestre panameño, pero casi con certeza a lo largo del Pleistoceno. Esto puede reflejarse en la gran cantidad de géneros compartidos por los continentes (Peterson et al., 2007).

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